
Bueno, la película no divaga, que yo solito me basto.
Pero en clave de eternidad entiende Maria su paso por este mundo, firmando con una última foto una vida reducida a momentos eternos: sus hijos -dados al mundo entre el amor que le profesa a un "duro" hombre y la esclavitud femenina al que éste la somete-; su idilio platónico y platónicamente correspondido; los acontecimientos sociales que la rodean, pero sin ser exhaustiva de la noticia; y ciertos hilos que terminan de hilvanar esta vida que no llamaré desdichada.
Cuando terminé de verla, y con un buen sabor de boca, me quedé adormilado. En esto, los diálogos de una película que proyectaban en ese momento en la televisión, sonaban como un chiste.
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